28 años y 10 de exilio.

Cada año hago un recuento de mi cumpleaños y de cómo veo mi vida, mis logros, mis sueños y mis fracasos o puntos débiles. Este año, por alguna razón, todo ha tomado otro significado. Serán 10 años en agosto cuando tomé dos maletas y lloré porque no sabía lo que me esperaba estudiando en otro país. Recuerdo que mi mamá solo dijo "son cuatro meses, si no te gusta te regresas" (cumplir un semestre y ver qué pasaba) y ya son diez años en que esas maletas no volvieron nunca por más de un mes en casa. ¿Nostalgia? infinita. Pero cómo decir hoy si fue o no una buena decisión, si de no haberla tomado, no sería hoy quién soy. No hay vuelta atrás ni buenas o malas decisiones, solo decisiones y camino por andar. Y viendo cómo están las cosas en Venezuela, realmente quién sabe qué sería de mi. Aún me faltan 12 días para cumplir los 28 y sin embargo siento como si ya los tuviera, se me hace más fácil decir "28 el mes que viene" que aferrarme a mis 27. Es el primer año donde...