Volamos todas juntas


-¿Cómo se hace eso de decretar cosas?
-ja ja ja. Bienvenida al mundo de la energía y de las creencias locas.


Cuando perdí mi trabajo (en 2013) y decidí comenzar a hacer ejercicio, meditar y como consecuencia a créer en el poder de las palabras, en la energía que todo lo mueve, en el equilibrio mente y cuerpo, en las vibras y en ser positiva todo cambió.

Sí, creo que ya he escrito de esto antes pero cada día me queda más claro que "de que vuelan, vuelan"... porque cuando pedimos las cosas con todo nuestro ser, cuando nos repetimos a nosotros mismos una y otra vez que podemos lograr algo, se logra.

Es, obviamente, ese "trabajo mental", ese "escucharnos a nosotros mismos" el que combinado con un esfuerzo real y enorme de nuestra parte nos permite llegar a donde queremos. Por eso decretar lo que queremos es tan importante.

Decretamos con una inmensa précision eso que tanto necesitamos.

Quien me lea y me conoce sabe que mi positivismo es un esfuerzo de convencimiento enorme, que a priori dudo de todo y me ofusco cuando se presentan los obstáculos, que nunca he sabido ver nada en grises, es blanco o negro, pero a medias nada. Y es por eso, por ese lado tajante que llevo dentro y que todo lo corta a ras de piso, que el mundo me muestra en un instante cómo todo ese trabajo interno cobra vida.  Te dice, "mira, todo se acomoda y es hoy cuando mereces ver el resultado. Observa bien porque no son coincidencias, es mucho mejor que un simple encuentro de factores".


Puede tomar días o meses, no importa, pero el resultado que nos conviene es lo que llega. Positivo o negativo, era lo que nos tocaba vivir. Yo no le llamo destino, porque no es que esté escrito, hay que trabajarle para que se dé, el trabajo, el dinero, el amor...

En el amor me dirán ustedes que es imposible, que uno no puede hacer que él o ella se enamore de ti.  Y es tan cierto que si tu sigues creyendo/sintiendo/decretando que es esa la persona indicada, el universo te la manda una y otra vez para que solito repitas tu error, porque así de fuerte es la voluntad del pensamiento. Pero eso es válido también cuando el amor nos sonríe y sentimos que volamos, que finalmente estamos con la persona que nos tocaba estar, incluso si eso implica estar con tu propia soledad. En fin, que estamos listos para recibir ese otro elemento que el universo nos puede regalar.

Así que aprendamos a decretar sin hablar de personas sino de sentimientos, entendamos que nadie te dará nada que no te des ya tú. Que somos lo que pensamos y lo que hacemos con los demás y con nosotros mismos.

Somos lo que le pedimos y damos al universo. 

**
Inspirado gracias a esta bonita señora que a su manera, alegró mi día gris y me "apañó" en un momento de tristeza. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo no sé quien soy

Harry Potter: Red Carpet

Reforma hecho feria!