Cuestión de tiempo

Meses, el tiempo avanza y meses y meses pasan sin darnos cuenta.

A veces me pregunto si la vida es eso, tiempo que pasa y que reconocemos en perspectiva, analizando lo que hicimos y cómo lo vivimos.

Los últimos meses han sido, si no lo es la vida misma, una transformación continua. Un nuevo trabajo, nuevas costumbres, nuevas personas, reencuentros y kilos de más.

Desde que vivo en Francia siempre le he tenido miedo al verano, ese período en que París se queda sin gente porque hay que "disfrutar del verano" y salir de esta ciudad de locos. En mi caso, porque no he viajado todos los veranos, siempre es un período de reflexión, de estar más conmigo y entender qué va pasando con mi vida. Ha sido sin duda un período que siempre anuncia un cambio, antes era el comienzo de las clases y el tomar decisiones, de saber a donde me llevaban las acciones tomada durante el año anterior. Este año la decisión es aún mas contundente, ya no hay estudios que seguir, solo hay decisiones que tomar.

Es por eso que ha sido uno de los más duros de mi vida, de entrar una vez más en el mercado laboral porque finalmente terminé de estudiar. De retomar las riendas porque en algún punto hay que crecer

Crecer, ¿cómo crece la gente viviendo con tantas emociones, con tantas decisiones y con todos aquellos cambios que no podemos controlar? Mis respetos a todos aquellos que llevan una vida zen y conocen lo que es el equilibrio.

¿Y cómo es entonces el "equilibrio" para alguien de mi generación?. Esa generación que no se conforma con nada, que necesita ver, probar, viajar, vivir y trabajar y ser feliz en cada ámbito de su vida, que no se conforma con nada.

Si algo he podido rescatar de estos últimos meses es que para mi generación el equilibrio y la estabilidad no van de la mano. La estabilidad económica con la seguridad de un empleo, la estabilidad sentimental con una pareja no son hoy las formulas del bienestar. Dejar todo de lado por el desarrollo personal, por la búsqueda del "épanouissement" es la orden del día. Es por eso que una amiga se va 6 meses a conocer Latinoamérica con su novio y la otra deja el trabajo perfecto para poner una tienda en Alemania. Porque la vida es hoy y hay que buscar eso que nos ayudará a encontrarnos a nosotros mismos y ser felices con lo que conseguiremos.

Y es ahí donde a mi se me enrolla el papagayo, en que esa decisión de buscarme y buscar mi felicidad la tomé hace 4 años y hoy sigo buscando, hoy sigo luchando por encontrar ese estado de "equilibrio/desarrollo personal/bienestar" que se refleja en la cara de tanta gente a la que parece que todo les sale bien. No, no todo me sale mal, gracias Universo, pero llegar a un punto medio es incluso más complicado de lo que parece.

Lo bueno, si es que es bueno, es que no soy la única en la búsqueda, que poco importa la nacionalidad, la carrera o el trabajo actual, para sentir ese hueco en estómago, para cuestionar las decisiones e intentar crear nuevos caminos.

Así que estos meses sin post han sido eso, esa búsqueda y auto-convecimiento de haber tomado las buenas decisiones, de saber que a pesar de todo las cosas avanzan, pero sobre todo que hay que aprender a tener confianza y mucha, mucha concentración para no perder de vista el objetivo.

Este verano aprendí a decir adiós a las duras y a sonreír porque ahora tengo amigas que son madres. Aprendí a pasar tardes de bebés y correr más de 40 minutos sin quejarme.

Aprendí a aguantar para hacer que el camino a la meta valga la pena.








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