Una historia de 3 (parte 1)

El golpe

Vargas Llosa dijo que todas las historias nacen de nuestras experiencias, que ése es siempre nuestro punto de partida.

Es así que nace ésta historia, viene de ese punto en el medio del corazón que alguna vez me hizo sentir que el mundo se acababa porque aunque yo sabía con certeza que éramos la pareja perfecta, ellos querían a otra en vez de mi, porque tal fulano no tuvo pena alguna al decirme "no eres tú, es que me gusta otra". Ese dolor horrible que te dura días y que luego se mezcla con rabia, con una frustración asquerosa que te aleja de la perspectiva, que es cien por ciento parcial y te muestra un mundo donde nada tiene sentido. Ése dolor, como el amor, también viene del corazón.

Ese drama es creado gracias a nuestro egocentrismo y a la psicología barata que intenta curarte con su "él no era para ti" o "tú te mereces algo mejor" y demás frases que, en ese instante, solo te dan ganas salir corriendo y no mirar nunca para atrás. Es así como nacen una serie de pensamientos tóxicos que nos derrumban el mundo.

En ese estado de demencia momentánea las mujeres tenemos la tendencia de volvernos mil cosas : paranoicas, detectives privadas porque queremos saber todo lo que la otra tiene, es y hace mejor al mismo tiempo que hacemos lo imposible para suprimir cualquier pensamiento y evitar cualquier encuentro con dicha feliz pareja.

La diferencia ésta vez, es que luego de años de aprender a confiar en mi intuición, de meditar y darle distancia a cada pensamiento, de intentar entender que nada se puede realmente controlar, y mucho menos los sentimientos de los otros, logré darme cuenta que yo no quería ver cómo era esa relación, que yo no necesitaba saber si funciona o no, si eran felices o si él pensaría aún en mi.

Fuente : Pinterest "Tormenta"

Así, en esos momentos de supervivencia a un corazón mas o menos roto, supe que quería que ella fuera todo lo que yo no soy, esa era mi única explicación para entender su elección. Sin duda, ella y yo no podíamos tener nada en común, su francés sería malísimo con un acento de vache espagnole, sería menos culta, menos inteligente, no sabría nada de música ni de coches y mucho menos le gustaría viajar o leer. Ella no podía ser como yo, tenía que ser muy alta o muy baja, 1.75mts o 1.5mts pero una estatura promedio como la mía, jamás. Tampoco podía ser morena como lo soy yo, negra o rubia, asiática o típica francesa, latinas somos muchas pero ahí reina la diversidad. Le acordaba tener un cuerpo perfecto, ella si puede ser una deportista empedernida con unas piernas sin celulitis y además en su vida tuvo acné, eso sería sin duda lo que marcaría qué tan diferentes teníamos que ser.

Todo ese drama para nada, al final él no era, en efecto, el hombre de tu vida. Gracias mundo porque el dolor pasa, el enojo se evapora y él y su relación se vuelven un recuerdo lejano y tu y él pueden incluso retomar una amistad porque la vida es así de irónica.

Solo que años después te encuentras de frente con tu pasado y con ella. Esa que tanto analizaste sin razón, está ahí para que la veas en todo su esplendor ...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo no sé quien soy

Harry Potter: Red Carpet

Reforma hecho feria!