El héroe discreto - M. Vargas llosa

El héroe discreto es sin duda aquél que, aún en el siglo XXI, tiene principios.




Amé a Mario Vargas Llosa gracias a las Travesuras de la niña mala (reseña aquí) y desde entonces decidí ir leyendo, poco a poco, todas sus novelas. 

El héroe discreto es otra muestra de la inteligencia de Vargas Llosa y de su manera de recordarte que en el mundo somos lo que hacemos y decimos.  El problema, que él resalta tan bien en sus libros, es que éste mundo nuestro está muy corrompido. La belleza, la literatura, la música y lo sublime de un poema pasaron a un cuarto o quinto plano y le han dado hoy espacio a un mundo simplista y superficial.

Quién me lea podrá pensar que veo todo muy negro y que actualmente suceden muchas cosas bellas, para muestra, éstos libros o la filarmónica de París. Es cierto, hay mucha gente comprometida con la cultura, con el desarrollo moral del conciudadano y con cuidar el medio ambiente, pero creo también que la mayoría de las sociedades de hoy le prestan mucha más atención al dinero y a la fama que a su propio desarrollo cultural e intelectual.

Leí en una crónica del libro, que el autor tiene un manejo soberbio del lenguaje, para mi no es soberbia, es propiedad. Vargas Llosa te envuelve en un mundo donde incluso las malas palabras están llenas de elegancia, cada palabra tiene valor.

La historia presenta las problemáticas que, para mi, existen no solo en Perú sino en toda Latinoamérica, la avaricia y la idiotez permean una sociedad donde las fuerzas públicas no cumplen con su rol y pierden su legitimidad. Es un caos producido y mantenido por todos los actores de la sociedad. Sin embargo, y para la dicha del lector, aparecen esos personajes que nos hacen ir más allá, que cuestionan la sociedad actual y proponen otro modelo, aunque sea por su acción individual y no colectiva, un mundo más justo, más culto, más bonito. Al final, estos héroes discretos, con sus acciones a talla personal o local, logran impactar un radio mucho más extenso que el esperado.

Finalmente, lo que propone este libro, es mostrarte quién puedes ser o quien ya eres, todo dependerá del personaje con el que te identifiques. Los héroes del autor son derechos y leales ante el mundo, como creo yo también que lo es Vargas Llosa en su día a día, basta con leerlo en su crónica semanal en El País para darse cuenta de que él también milita por un mundo menos caótico y desigual.

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