Last week.

Last  week of everything, ‘cause nothing last forever.

Esta, mi última semana en México represento muchas más emociones de las que imaginé, además de ser –por mucho- una gran semana de actividades interesantes.

Comencé el domingo pasado con el concierto de Michael Bublé (post pasado), continué con una agradable cena en Lucky Luciano, continué con la despedida en mi oficina -comida en la piola incluida- para seguir el jueves con un desfile vip del IDM fashion week; terminando la semana con el Caballo Bayo, Le Bouchon, y múltiples despedidas de gente que quiero y que extrañaré más de lo pensado. Y además, por ahí se viene el mini-reportaje de Benetton (al menos eso creo!).

Reseñaré entonces lo más importantes de los restaurantes y obviamente la experiencia VIP del IDM Fashion Week.

Lucky Luciano

Fue una experiencia interesante, en el sentido de que el restaurante tiene “las 3 b’s” bueno, bonito y –medianamente- barato. Ahora, la decoración esta súper padre, es un poco vintage-nice y el concepto de pizzería neoyorquina me gustó.

El problema, lamentablemente, es que la comida me cayó súper mal!  De verdad comí muyu bien aunque en la noche me estaba muriendo de acidez. Pero en defensa del restaurante, puedo decir que cenamos casi a las 11pm, mal horario para cualquier estómago.

La Piola!

El miércoles fue mi último día de trabajo en México y con mi amado empleador, la verdad, no solo fue mi primer trabajo sino una gran experiencia que me mostró lo difícil que es aguantar la rutina y que me guste o no me hizo crecer. Por lo tanto, no hubo mejor forma de cerrarlo que con uno de mis restaurantes preferidos de toda la ciudad de México.

La Piola es un restaurante italiano, también decorado de manera interesante, algo ecléctico y con un menú que vale la pena considerar! Mi plato favorito es la pasta Jesolo y lo mejor del restaurante es el Tiramisú, si vas, puedes comer solo el tiramisú y serás feliz.

IDM Fashion Week – F. Kamana!

Esta semana de la moda de diseñadores en México (ya que no son todos mexicanos) me gusto mucho, de verdad mucho más que la exposición pasada.

La distribución (el layout par los cuates) estuvo perfecto, ya que no tuvo rampas INcaminables con tacones como la vez pasada. O sea, era todo como por pisos y moverse no causa ningún problema de vértigo. Así que esta vez estuvo muy bien!

El desfile al que fui –y por segunda vez- fue al de F. (de Fernando) Kamana, un brasilero súper guapo que radica en México y tiene un estilo locochón. Ahora, la primera vez que lo vi lo consideré un poco chafa, era mi primer fashion show, lo que hizo el evento más interesante, pero los diseños eran algo vulgares .

Este desfile en cambio, demostró mucha más clase, modelos guapisim@s y diseños alternativos muy bien confeccionados. Kamana tiene un estilo tipo Ed Hardy, de esos de “amas u odias”, en mi caso amé los pantalones de tiro largo (larguísimo) que van en onda hippie-chic.

Fue además, mi primera experiencia VIP, ¿que implica? Sentarte en primera fila, recibir un regalito (el diminutivo es un imperativo en este caso particular) y acceso a un lounge VIP en este caso patrocinado por Valdivieso (donde no nos sirvieron ni agua).

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Todo lo anterior lo escribí en el aeropuerto, justo después de ponerme a llorar "sin explicación" con la chica de migración con la que renuncié a mi status mexicano. Sí, así de sensible soy y así de dramática llevo mi vida.

¿Qué queda por decir?, que el shock cultural fue algo impactante! sí, el regreso fue duro e incluso ahora me molestan porque no estoy tan venezolana como siempre, y en mi caso particular, por tener ese sentimiento de distancia.

Distancia geográfica y terriblemente sentimental...porque el cariño es el mismo pero la inmediatez esta totalmente perdida.