Ni de aquí, ni de allá.

Actualmente ando gravemente traumada con The Thought Catalog, es una página donde diferentes (muchos) escritores en camino al estrellato (jaja) escriben ensayos de todo aquello que les venga a la mente.

¿Por qué me encanta? Porque es gente de mi edad (ventiañeros) que ve la vida de manera bastante similar y que tocan temas tan cotidianos que sientes que te lees a ti mismo. Hay temas terriblemente románticos y otros genialmente sarcásticos. Lo importante, al menos para mi, es que me regresa un poco a la realidad recordándome que no soy la única con ciertos problemas existenciales "típicos de la edad".

Les vendo tanto esta página porque estas últmimas semanas mi vida ha sido una montaña rusa de emociones y de sentimientos encontrados, la ansiedad -quién es mi eterna compañera- se apodera minuto a minuto -y cada vez con más insistencia- de mis ratos libres y mis pensamientos lejos de inspirarme tranquilidad o pura buena vibra, me llenan de duda y batallan contra las decisiones que he estado tomando, PERO, quien no arriesga no gana ¿no?.

Cambiarse de país/conseguir trabajo/conseguir mi lugar en la universidad/estudiar/ ahorrar/ ahorrar, ahorrar, ahorrar/vender (libros, zapatos, cama, el kit de yoga, etc, etc, etc)/ empacar/ desempacar/empacar y finalmente aceptar que luego de 6 años le digo adios a mi etapa como universitaria (hay que aceptarlo, la maestria es otro pedo rollo y no será jamás como la vida Erasmus), y le digo adiós a mi vida como casi-mexicana y a mis amigos (ya lo sé, estoy terriblemente cursi el día de hoy) es algo que no resulta tan evidente.

Al fin y al cabo nunca he sido de aquí, pero -y ahora me doy cuenta- cada vez soy menos de allá. Es irónico cómo los primeros años me negué a decir mexicanadas y el en último año las acepté sin problema, fui perdiendo rasgos exclusivos venezolanos para sustituirlos por expresiones que actualmente reflejan con exactitud (en un mundo mexicano perfecto) eso que quiero decir. Oficialmente soy la esponja cultural (como me dice mi mejor amiga) que intenté no ser, no porque sea mejor o peor decir las cosas de una u otra forma (en "venezolano" o "mexicano") sino porque ahora se nota más esa diferencia con el resto, ese gran plus en ciertas circunstancias, pero gran desventaja al momento de encontrar mi identidad, de encontrarme. (orales, hoy de verdad, ando de profunda!)

Alguna vez vi un video que promociona el español y gente famosa decía su(s) palabras preferidas en este idioma, me gustó mucho. Las mías son: Nostalgia (en el sentido melancólico y no, no soy emo!) y Melocotón. La primera, porque no la percibo de manera deprimente (como el resto de la gente) sino de una manera más alegre; para mi, es extrañar de alguna manera eso que viviste en algún momento pasado, que hoy (en "el presente") te recuerda un sentimiento que hace parte de quién quieres hoy, y es por eso justamente, por lo que lo recuerdas. En el caso de melocotón, es un gusto meramente fonético.

Como en mis otros post ligeramente existencialistas, nunca sé a donde quiero llegar, es simplemente una necesidad de expresar (más claramente que en mis pensamientos) eso que me produce un momento de pánico por ese futuro que me acecha cuando ya sé qué quiero hacer, pero que -como siempre- no es exacto. Voy caminando sobre un camino pantanoso, camino con paso firme sin saber realmente donde voy a pisar.

Solo sé que "pa'lante es pa'allá" (sí, para adelante es para allá!)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo no sé quien soy

Harry Potter: Red Carpet

Reforma hecho feria!