Good Hair Vol. 2

Hace unos días, algunas amigas se impactaron (como lo harán ustedes en unos segundos) cuando se enteraron de que no me lavo el cabello todos los días, sino –TAN TAN TAN- cada 3 o 4 días, de acuerdo a cómo lo sienta. Después de la plática una de ellas me pidió algunos consejitos que también les compartiré.

Como siempre, les hablaré de mi experiencia y no de ningún “dato duro” porque, honestamente, con el cabello no los hay, literal cada cabeza es un mundo y el cabello es nuestro principal accesorio.

Cosas básicas que tod@s debemos saber:

-El agua caliente nos seca el cuero cabelludo y la piel y es mala y bla bla bla. Debemos entonces bañarnos con el agua menos caliente, así “alargamos” la belleza de las puntas del cabello y ayudamos un poco a nuestro cuerpo, especialmente si tomamos poco agua.

-Shampoo’s. Leí hace poco un artículo en otro blog en el que explicaban cómo lo importante no es la marca o las millones de especificaciones que tiene un shampoo, sino el hecho de usar al menos 2 productos de la linea que escojas para ver algún efecto. Y básicamente el shampoo sirve para limpiar.

El frizz, los rizos o lo lacio que puedas querer tu cabello NO lo hace el shampoo. Yo uso un shampoo especial (porque me lo alisé de manera permanente) pero el resto de los productos que utilizo (para secármelo, desenredarlo, etc.) son de The body Shop.

¿cuántas veces lavarlo? Depende de ti. Hay cabellos –como el mío- que no se engrasan tan fácilmente, y además intento tocarlo poco (una vez peinada alejo mis manos lo más que puedo). En otros casos se engrasa muy rápido, PERO –a menos que hagas ejercicio diario- no conviene lavarlo sino “un día sí y el siguiente no”, la grasa natural –sin exceso claro- es buena para mantener un cabello saludable.

-Para no maltratarlo, debes desenredarlo de abajo hacia arriba, o sea, de las puntas hasta que eventualmente llegas a la raíz. Así, no lo quiebras.  Y jamás uses una liga (cola en venezolano) o lo amarres de alguna manera cuando esta mojado, a menos que quieras un diseño específico para cuando te la quites.

-Siempre -SIEMPRE- debemos contar con un secador de cabello. Me costó mucho entenderlo, pero creo que sin importar el largo de tu cabello, es bueno secarlo. Al peinarlo mientras lo secamos (con el peine correcto), el cabello toma brillo y la verdad queda más sedoso que si se seca de manera natural.

IMPORTANTE: si te fijas bien, la mayoría de los secadores (sin importar la marca) traen 2 tipos de difusores (por donde sale el aire), son los siguientes:

El primero –el raro de piquitos- es para que se seque con volumen y básicamente para los cabellos ondulados, así evitas que pierda su forma. Yo lo uso cuando no tengo tiempo de reforzar mi alisado (porque me gusta un liso como si fuera sueca) y se seca de manera más natural. Dependiendo de tu cabello es bueno usar peine o no (si tienes el cabello muy ondulado o cerrado, no uses peine y manejalo con los dedos).

El segundo (que todos conocemos), es para un cabello que sea –o quieres que sea- liso, pero liso como de Suecia. Aquí lo más importante es que hagas ejercicio y tengas mucha fuerza en tus brazos, porque mientras más lo peines mientras lo secas, más liso y brillante queda. Aunque claro, la plancha puede ser tu mejor aliada y terminar el trabajo del secador.

La plancha –aunque la amo- si puedes, no la uses. A pesar de sus maravillosos efectos y de la tecnología que le agregan cada vez que sale una nueva, no solo quemas tu cabello sino que también te puedes quemar tú. Yo la utilizo 1 vez a la semana, porque prolonga el alisado, pero la segunda vez a la semana -cuando me lo vuelvo a lavar el cabello - lo dejo más al natural, intentando hacer que el cabello 'respire'.

Esos fueron los tips generales. En otra entrada hablaré de los accesorios, cómo podemos arreglarnos el cabello para no llevar siempre “la cola de caballo”, aunque ésta ha vuelto a ponerse de moda. ¡Oh si!

Si te gustó, comenta y si quieres algún tip en especial, dímelo!